El fiestón de La Delio y Los Palmeras
- Brenda Petrone Veliz
- 4 dic 2021
- 4 Min. de lectura
Las bandas de cumbia tropical se presentaron el la Plaza de la Música el pasado miércoles 1 de diciembre. La noche demostró ser la mejor forma de arrancar un mes de festejos a lo grande y con muchas sorpresas y artistas invitados.
Fotos: Lucas Matías
La humedad que hay es tan Córdoba que ya a nadie le resulta extraño. Además, con tremenda celebración a presenciar, la gente que ingresa a La Plaza ignora todo con un abanico, una buena cerveza helada o simplemente comentando sobre el clima, como para romper el hielo hasta que la Delio salga.
Esta noche, la banda de cumbia tropical se junta con los únicos, los originales, los primeros... Los Palmeras. Ya con la entrada en mano se siente la fiesta en el corazón y los tres campos armados de gente lo remarcan. El público del primer apartado está sentado y los otros dos espacios son para quienes se animen a bailar toda la noche.
Con una impaciencia propia de los atrasos de un corte luz no esperado, los fanáticos no aguantan más y ante cada baja de térmica gritan o aplauden. Cuando el problema se soluciona, las luces se apagan y sólo queda encendida la pantalla led azul con sonidos de pájaros selváticos.
Que pase, que pase, que goce, que goce: El cumbión de la Delio Valdez
La energía que manejan arriba del escenario es hermosa. Al primer pie que ponen en el escenario, la vida se te llena de color y felicidad, como si ambas emociones fueran espíritus tangibles con quienes disfrutar a cada segundo.
Desde los timbales del medio, Pedro Gabriel Rodriguez arranca con las estrofas de La Cancioncita. En tramos instrumentales, lxs músicxs gritan "De-lio Valdez, De-lio Valdez" y la audiencia sigue el ritmo al pie del fiestón. Algunos se animan y ya se tiran unos pasos. Otros están anonadados con la armonía de luces, colores y sonidos que se despegan de la escena de La Plaza.
Tres bailarinas salen al ritmo del cumbión para un show mágico con ropas azules, rojas, negras y verdes. Cada acción, cada gesto o cada prenda tiene un significado cultural y cuenta su historia. Sólo hay que prestarle atención a las letras de las canciones y sentarse a estudiar un poquito para no perder detalle.
Los vientos no paran de saltar. Los pulmones que tienen son prodigios para el aguante que manifiestan. Esa misma energía la tiene María Ximena Gallina, la percusionista a quien le cantan el feliz cumpleaños para que se tire un solo de bongó y admire a la gente. ¡Salud para ella y para todo el cumbión!
Cumbia sobre el mar - cover de Los Palmeras - hace que Black Rodriguez Méndez, el cantante y padre de Pedro, diera una demostración de presencia, pasión y grandeza sobre el escenario, cuestiones innatas a la altura de semejante bandón. Mientras él va y viene entre tema y tema se siente un poco la ausencia de Ivon Guzmán quien hace poco fue mamá. Seguro está orgullosa del show que se están mandando sus compañerxs.
En La luna y el pescador, el dandy baila desinhibido. La banda lo sigue con una sincronización perfecta. Él tiene un ramo de flores que luego arroja a las primeras filas. Corazón cumbiambero trajo dos bailarinas más al escenario vistiendo unas polleras blancas y de gran despliegue. El clarinetista, Santiago Maldovan - con quien habíamos hecho una entrevista hace unos meses en Revista Broda - se une a ellas y termina tocando el final sobre el medio de las artistas.
Cuando llega Inocente, la gente se enloquece. El cantante pide que lo ayuden porque esa canción es la marca de Ivon de los últimos tiempos. Los celulares suben al cielo y enfocan el momento donde la fiesta vibra de alegría. Ya no es sólo música, sino cultura viva que se abre paso a nosotros con un manto de gozo y placer.
Hacia el cierre, la banda anuncia que tocará los últimos temas, pero al final eso no fue verdad. Uno tras otro, las canciones cobraban una esencia especial que sólo alargaban el interludio entre ellxs y los cumbieros santafesinos. Al final, cuando La Delio dice "a", la gente dice "e". Joyita Norteña, Negra, ron y velas y El Paso Final marcan el cierre de la primera jornada de la velada.
Los Palmeras y un invitado muy especial
La noche carga un regocijo enorme. Cuando Los Palmeras suben al escenario - de forma bastante simple, sin grandes producciones - levantan al público de las sillas y mueven los pies de aquellos que se quedaron parados moviendo las cachas. Con La Cola, la banda de cumbia con 50 años de trayectoria en las pistas de todo el país marca precedente en La Plaza y todo es fiesta.

La lista de temas es muy parecida a la que tocaron en este mismo espacio allá por enero de 2021, con un protocolo mucho más rígido y todos sentados en duplas sobre el formato teatro. A diferencia de ese entonces, las canciones ahora se sienten diferentes y llenan un poco más el alma, algo vaciada de cultura cuando la pandemia arrancó haciendo estragos.
La madrugada nos pisa los talones con Perra y Qué Quiere la Chola. Mucha gente adulta va equilibrando entre aquellas canciones en las que puede descansar sentada y las que no tiene otra que bailar y revolear el barbijo.

En la noche, la presencia de Jorge Rojas fue una gran sorpresa ya anunciada por Marcos Camino, líder de Los Palmeras. La banda y el cantante interpretan Por primera vez, tema que nunca habían tocado antes juntos en vivo. Rojas pone un encanto único sobre el escenario y la audiencia desborda magnificada.
Bombón Asesino, El Embrujo y Te vas rompen gargantas entre los asistentes. Luego de Amor, canción que cantaron con la voz de Marcela Morelo de fondo, llega el cover de Bestia Pop de Los Redonditos de Ricota. El rock en cumbia tiene su encanto (sin importar lo que digan los ricoteros ortodoxos).
Tres amigos bailan a largo de la fila de sus asientos. Una pareja se reconcilia entre besos y abrazos. Un par de hermanos se saca a bailar y un cuñado se quiere desprender de su hermano y su mujer para bailar con gente cercana. La energía de la madrugada no se apaga y siguen los éxitos...
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