Superestar en el recital de El Zar

El dúo porteño junto a su banda se presentó en el Club Paraguay, acompañado de Clara Cava como artista telonera.

Fotos: Lucas Matías

La vibra del Club mantiene su firmeza ante la humedad y el calor terrible de la ciudad de Córdoba. Algún que otro relámpago amaga con arruinar la noche, pero el público de Clara Cava y El Zar no se deja llevar por las influencias de una que otra gota que caía en la puerta de entrada.

Entrada la noche, la cantante y compositora sube la escenario y nos deleita con las canciones de su álbum Martes 13, algunas de sus dos EPs y le da un momento especial a su último sencillo lanzado: Ilegal.

Una piba le grita "te amo Clara" y ella se muestra muy agradecida. El outfit de la artista lleva una onda muy de los 90´s como una Britney mezclada con una Lindsay Lohan, mujeres que marcaron una tendencia - hoy vintage - brutal y de gran trascendencia.

Antes de las diez de la noche, Clara da paso a El Zar, el dúo porteño formado por Facundo Castaño Montoya (guitarra y voz) y Pablo Giménez (guitarra). La banda aparece en plena luz tras la ovación de la gente que había salido un ratito a ver la lluvia torrencial que inundaba las calles de la cañada.

Con la cortina de agua de fondo, la dupla arranca con Superstar, canción de su EP Pura Casualidad. La esencia del contexto toma una forma hollywoodense, como si estuviéramos dentro de la escena de una película romántica para adolescentes. Sí, esa que siempre quisiste vivr y saber lo que se siente.

La noche era amor puro del bueno. Una brisa delicada como cada canción entonada. Un deleite más único que catar vino. Sí, así o mejor.

Es muy interesante percibir esas sensaciones tan de propias de cuando estamos en pareja a pesar de que Facundo, en una entrevista que tuvo con Revista Broda, dijo: "Para la vida si soy romántico, pero tenemos esa cuota de que no siempre estamos hablando de amor, aunque se cree que si". Las letras de El Zar hablan de todo un poco, basta con escucharlas con atención para dar cuenta de temas como la amistad o el amor propio.

El cantante lleva puesto un sobre todo negro que no dura mucho junto a él. La conexión musical que tiene con Pablo, pero también con el resto de los músicos, es justa, dulce y sencilla. Tras preguntar cómo estaba la gente y tirar el comentario más escuchado del momento - "¡Qué calor Córdoba!" - toma dos maracas negras con su mano izquierda y marca el pulso de Salgo corriendo a buscarte.

Facundo de El Zar en Club Paraguay. Foto: Lucas Matías

La pantalla led se desconecta de la empalagosa escena dando formas inconexas y de colores estridentes. Lo que fuimos entrega más seriedad a la cosa, pero todo se enloquece con el baile del público. La canción de su álbum Círculos marca el tempo al que tiene que ir la cabeza: de un lado al otro, al igual que las piernas y la cadera.

La melancolía vuelve con PELÍCULA cuando Castaño Montoya agarra la electroacústica y marca el camino para el resto de la banda. Es música que enamora, es música para enamorar y enamorarse. ¿De qué? De la vida, del momento, de El Zar.

El baile vuelve a desplazar al sentimentalismo y la energía regresa de la mano del tema que hizo su debut en vivo: El Momento Perfecto. Esta es una canción para reproducir mil veces junto a Perdiendo el control, también otro de los sencillos que lanzaron este año - pero este es más para escucharlo en pleno verano con una bebida fresca y espirituosa al lado.

El cantante agradece a la gente que ya lleva la noche a otro nivel. La pista de baile se transforma en una cancha para poguear con Los Chicos No Entienden, Pensarlo de Nuevo y La Declaración, tema que coronó la noche de lluvia en el Club y nos dejó con ganas de un repertorio más de locura y entrega.