Juan Ingaramo arrasó en Córdoba con una noche a puro baile y sorpresas

El artista cordobés volvió a la docta y deslumbró en la Plaza de la Música el pasado 9 de diciembre con un público que sin duda alguna disfruto del show.

Fotos: Lorraine Carrano

Las puertas de La Plaza se abrieron y la multitud empezó a ubicarse en sus respectivos lugares, que en este caso, estaban sectorizados con silla numeradas. Pero eso no impidió que a las 21:10 cuando arrancó el espectáculo todos los presentes se levantaran para bailar al ritmo de Ingaramo.

Todo comienza al compás de la banda que lo acompaña, para musicalizar el ambiente y lo vemos entrar a Juan con un atuendo combinado en color celeste, que entona la letra de La Batalla.

Acá no hay distinción generacional que valga, personas de diferentes edades se abrazan, besan, bailan y cantan sin parar en lo que fue una noche mágica.

Juan nos regala sus palabras que dicen “No hay lugar en el mundo donde la música suene así” y con eso ya nos compró.

No sólo escuchamos canciones de su último disco “La Batalla”, motivo de su gira en el país, sino que tuvimos el honor de escuchar aquellas melodías que lo hacían recordar viejas épocas de cuando se presentaba en Casa Babylon Club y Club Belle Epoque. La canción Soltar fue la protagonista de esos recuerdos.

Todo fue muy dinámico y de un momento a otro ya lo teníamos a Juan subiendo las escaleras para cantar Hace Calor en el sector de arriba, porque él quería estar más cerca de las personas que se encontraban al fondo en platea.

Pasada la primera hora los presentes aprovecharon el tiempo en que se frena el show, para ir a comprar consumiciones y descansar un poco las piernas. En esa espera Juan se cambió por un nuevo look y arrancamos de cero como si fuera un concierto completamente diferente.

Ahora sí, la fiesta se hizo eco y bailamos desde bachata, cumbia, hasta cuarteto sintiendo al máximo el espíritu cordobés. Ingaramo sabe lo que nos gusta y lo demostró a cada segundo arriba del escenario. Entonó las estrofas infaltables de su nueva colaboración con Natalia Oreiro, Me muero de amor y el coro fue indiscutiblemente perfecto.

“Muchas gracias Córdoba, ha sido un sueño esta noche, les voy a agradecer toda la vida” fueron las palabras con las que se despidió, pero ahí fue cuando llegó la gran sorpresa de la noche.

Regresó llamando a una chica para que suba al escenario porque su pareja tenía algo que decirle y la emoción junto a la intriga del público hizo que explotara todo cuando le pidió matrimonio. Cerró ese momento con la canción más significativa, Casamiento.

Pero eso no fue todo, también hizo subir a otra chica que había llevado un cartel pidiendo bailar con él y su deseo se concedió. Verlos bailar juntos demostró la humildad de un hombre adorado por todos. Aún así, nadie iba a dejar que se vaya tan rápido y automáticamente las voces se hicieron una sola pidiendo otra. Volvió para finalizar la noche inolvidable con El Fenómeno del Mambo.

Las luces, el sonido, los papelitos cayendo en medio de la gente que baila, canta y grita por Juan Ingaramo, nos deja ver que la música conecta a las personas de todas las edades y que siempre hay un momento para recordar eso. Si tenes la oportunidad de disfrutar un show como este, la próxima vez no dudes en asistir.